Elogio a los chalecos amarillos

Psychologue Clinicienne / Psychotérapeute à Estavar

Elogio a los chalecos amarillos

Artículo de Elisenda Navinés publicado en le journal El Bourricot, enero 2019.

Las chaquetas amarillas son básicamente esa parte de la población que defienden los derechos cívicos, políticos y sociales de una mayoría que no está siendo representada por los políticos que gobiernan. Sus reclamaciones no se limitan a que el gobierno reduzca las tasas de combustible. Luchan por una vida más digna para las personas más desfavorecidas y lo que es más interesante, piden la implementación del RIC (referéndum de iniciativa ciudadana). Un referéndum para dar el poder a la gente y poder dejar atrás a los políticos que tanto si son de derecha como de izquierdas, una vez que ya están en el gobierno, incumplen lo que se había prometido. Pues gobierne quien gobierne es siempre la clase obrera quien sale malparada. Lo que se solicita entre otras medidas para los que son más necesitados, es un referéndum más o menos como se hace en Suiza, que votan cada vez que una nueva ley se quiere implantar y el que se respecta la voluntad popular. La lista de reivindicaciones de los chalecos amarillos propone, entre otras medidas, que, si una proposición de ley obtiene 700.000 firmas de ciudadanos, la Asamblea Nacional tendrá la obligación, un año más tarde, de someter a votación a todos los franceses.

Creo que los psicólogos tenemos la responsabilidad de ser críticos con el sufrimiento de la gente cuando esté directamente relacionado con los sacrificios impuestos por un orden social basado en la desigualdad y el lucro. Un psicólogo crítico con las políticas de los estados que no trabajan como tendrían que hacerlo por el bien de las comunidades como debe sER por el bien de las comunidades, tendría que interesarse en como poder facilitar a la comunidad, el poder de reaccionar críticamente frente a toda injusticia, para generar un conocimiento que permita transformar las condiciones de vida inadecuadas. Esto implica, si, desarrollar un cierto discernimiento ético-político. No podemos ser neutrales si queremos defender los verdaderos valores democráticos. Necesitamos tener una posición activa para denunciar la praxis de agressores de origen fascista que buscan dividir y generar temor por parte de los partidos de extrema derecha, y gente violenta.

Los chalecos amarillos son los representantes de una gran mayoría de la población que defiende los derechos de las personas pacíficamente. Recordemos como siempre los fascistas han intentado aprovecharse de las reclamaciones sociales populares y pacíficas para desestabilizar y crear un caos que justifque la necesidad de más control policial y más represión, no para defender la voz del pueblo, sino la suya.  Debes detener el ascenso del fascismo en estos momentos que están creciendo en toda Europa y defender una República inclusiva que defienda los derechos civiles, políticos y sociales que la mayoría de nosotros defendemos. No tener esta actitud crítica con el sistema nos puede llevar a un tiempo que pensábamos ya superado.

Cuando vinieron los nazis…               

PubliEng Per Guillaume Riou sur Mars 29, 2014.

Este poema se atribuye a allemand a résistant au Nazism: Martin Niemöller (1892-1984). Pacifista militantea. Él no dejar de predicar la razón en contra de la Horro perpetuados por los nazis.

Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, No dijo nada, jo no era comunista.

Cuando cierran a los socialdemócratas, no dijo nada, no fue un socialdemócrata.

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no dijo nada, no era un sindicalista.

Cuando se vinieron a BUSCAME, No había nadie para protestar.

Otra de las consecuencias de la aparición de violencia en las manifestaciones, es que las a151 fuerzas del estado también reaccionan con más violencia. Pensemos sino lo que pasó en Nantes-la Jolie, donde las fuerzas del orden cogieron estos estudiantes frente al Instituto (Lycée Saint Exupery). El 6/12/2018 vinieron a este pueblo 4 o 5 personas no conocidos por nadie y robaron una docena de botellas de gas, las tiraron en containers con la intención de hacerlas explotar, pero afortunadamente no explotaron. En el mismo lugar, había estudiantes que también se manifestaban como los chalecos amarillos (pero con enfrentamientos y actos violentos según la policía). Como represalia, la policía entró en el Instituto y todos los estudiantes fueron humillados por estos actos pues fueron obligados a arrodillarse con las manos detrás del cuello, en una postura que recordaba a los prisioneros de Siria antes de que los fusilaran. Estas imágenes han indignado a mucha gente. ¿Podemos por un momento pensar en las consecuencias que estos actos tendrán en el futuro en estos jóvenes que han sido tan humillados y heridos? Enojo, odio y rabia en contra de la autoridad, seguro.

Las imágenes violentas han sido casi todo el tiempo protagonistas en los medios audiovisuales, pero en cambio la solidaridad y la festividad que han caracterizado la mayoría de las actividades de los chalecos amarillos han brillando por su ausencia. Interés por parte de los poderes que justifican la represión y la intolerancia en personas que no merecen ningún abuso. La gran mayoría de los detenidos, miles creo, no tienen antecedentes policiales. Esté claro quién manda, el ́estado y no el pueblo.

Cuando los líderes políticos son irresponsables y no dan ejemplo con lo que hacen, no honran la voluntad de los que les han votado. Cuando en un país se vive y se participa de unos hechos excepcionales donde la necesidad de cambio se hace evidente y necesaria, la ética profesional debe ser la guía. Limitarse a cumplir órdenes sin detenerse a pensar en las consecuencias que pueden tener el otro según que actos, devalúan la credibilidad y la confianza necesarias para que un país avance hacia una sociedad mejor. A veces la desobediencia se hace necesaria para poder decir “no”. Recordemos cómo en el holocausto nazi, las principales atrocidades habrían sido imposibles sin la conformidad de muchos. Hacer lo que todos hacen es muy fácil, pero hacer, decir o incumplir una orden injusta no. Pensemos en cómo el estado utiliza los medios audiovisuales para moldear nuestro pensamiento. Cuando repetimos exactamente las mismas palabras y frases que hemos escuchado debemos preguntarnos si realmente corresponden a nuestra propia manera de ver y sentir y si dudamos, tal vez sería mejor leer más libros y menos pantallas. Debemos preocuparnos más por si nuestras ideas respecto de lo que está sucediendo en el mundo se basan en la verdad o en la mentira, porque si queremos ser libres, tenemos que protegernos del pensamiento hecho, resuelto y manipulado.

Desarrollar el sentido crítico y participar en lo que queremos que sea la sociedad es un deber para nosotros y para los niños que hemos traído en este mundo. No podemos dejar de ser libres a cambio de una falsa seguridad.

«Hoy en día, cuando los políticos invocan el» terrorismo «, hablan, por supuesto, de un peligro real. Pero cuando intentan convencernos a renunciar a la libertad en nombre de la seguridad, tenemos que poner en guardia «.

«Sobre la tiranía» Timothy Snyder

«» El primer principio de la acción no violenta no cooperará con todo Es humillante «

«Uno tiene que mantener y defender sus convicciones. En una era de conflagración, la inacción es inexcusable «.

«La no violencia no puede predicar. Tienes que practicar «.

«Gandhi y no-violencia» una selección de escritos por m. Gandhi, Thomas Merton .

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